Cómo prevenir las intoxicaciones.


Desde los abonos y los anticongelantes hasta los medicamentos y el maquillaje, hay elementos tóxicos o venenosos en cualquier hogar. He aquí algunas pautas importantes a seguir para impedir que su hijo ingiera sustancias tóxicas:

MEDICAMENTOS

No confíe en que el envase del medicamento proteja a su hijo: un envase aparentemente resistente a niños no siempre es un envase a prueba de niños.
No medique nunca a su hijo a oscuras: podría darle una dosis equivocada o, incluso, un medicamento equivocado.

No deje nunca frascos o botes de vitaminas, aspirinas u otros medicamentos en la mesa de la cocina, la encimera, las mesas de noche o las cómodas de su casa. Un niño pequeño puede tratar de imitar a los adultos y servirse el mismo los medicamentos de sus padres.

Nunca le diga a un niño que los medicamentos saben como las golosinas.

Guarde todas los medicamentos (tanto los de venta con receta como los sin receta) fuera del alcance y de la vista de los niños, preferentemente en un armario que se pueda cerrar con llave. Hasta las sustancias que parecen más inocuas, como los colutorios, pueden resultar peligrosas para un niño si se ingieren en grandes cantidades. El mero hecho de que el armario esté a cierta altura no implica que los niños no puedan acceder a lo que contiene: siempre se pueden encaramar (al inodoro y otros objetos) para acceder a él y a su contenido.

Asegúrese de que todos los bolsos y carteras (tanto los suyos como de los invitados), que podrían contener sustancias tóxicas, como un medicamento, se guardan siempre fuera del alcance de los niños.

Guarde siempre los comprimidos y los jarabes en sus envases originales.

Intente llevar un registro de la cantidad de comprimidos que quedan en cada envase.

Fíjese en todos los medicamentos que haya en su casa (y en los de sus parientes, si su hijo pasa mucho tiempo con ellos).

PRODUCTOS DE LIMPIEZA Y OTRAS SUSTANCIAS QUÍMICAS DE USO DOMÉSTICO

No introduzca nunca productos de limpieza en recipientes o botellas previamente utilizadas para almacenar bebidas o comidas.

No ponga nunca polvos insecticidas anti-cucarachas o veneno para ratas en suelo de su casa.

Guarde los productos de limpieza y los espráis en armarios ubicados en lugares altos fuera del alcance de los niños.

No guarde recambios de los productos de limpieza que utiliza, como el detergente para lavar platos o para el lavavajillas, debajo del fregadero de la cocina.

Utilice cierres o pestillos de seguridad en todos los armarios que contengan sustancias peligrosas.

Guarde rodos los productos peligrosos relacionados con la automoción y la jardinería fuera del alcance de los niños y dentro de un área cerrada con llave (idealmente, en un garaje, en el caso de que disponga de uno).

Mientras limpie o utilice productos de limpieza en su vivienda, no deje nunca sus recipientes desatendidos en presencia de un niño pequeño.

ALCOHOL

No deje bebidas alcohólicas en lugares donde los niños puedan acceder a ellas. Preste atención especial durante las fiestas para adultos; a los invitados se le podría pasar por alto el lugar donde dejan sus bebidas y los niños podrían acceder a ellas. Haga limpieza poco después de que concluya la fiesta.

Guarde las botellas de alcohol en un armario cerrado con llave que esté fuera del alcance de los niños.

Mantenga los colutorios fuera del alcance de los niños, ya que hay muchas marcas que contienen cantidades considerables de alcohol.

Los extractos alimenticios, como los de vainilla o de almendra, pueden contener alcohol y pueden ser perjudiciales para los niños.

PINTURA QUE CONTIENE PLOMO

No utilice ninguna cuna, moisés, trona, juguete ni baúl para juguetes que se haya fabricado antes de 1978; podrían estar recubiertos de pintura que contiene plomo.
Si su casa es antigua, asegúrese que evaluar la presencia de plomo. Para obtener más información al respecto, llame al teléfono del Centro de Información Nacional del Plomo (en inglés:National Lead Information Center): (800) 424-LEAD (5323).
Manténgase bien informado sobre las retiradas de juguetes debido al uso de pintura con plomo; puede recibir notificaciones procedentes de Comisión de Seguridad de Productos para los Consumidores de EE. UU. (CPSC, por sus siglas en inglés).

OTROS ELEMENTOS

No deje nunca productos cosméticos ni artículos de tocador al alcance de los niños. Preste especial atención a los perfumes, los tintes y las lacas para el cabello, el esmalte y el quitaesmalte para uñas y el betún para el calzado.

Mantenga a su hijo alejado de las plantas que tengan en casa o en el jardín que puedan ser tóxicas o venenosas. Compre solo plantas que no sean venenosas o ponga las que sean venenosas fuera del alcance de los niños. Unos pocos ejemplos de plantas tóxicas son el rododendro, la yedra común, el muguete o lirio del valle y plantas navideñas como el acebo y el muérdago.

Deshágase de las pilas de tipo botón (como las que se suelen utilizar en los relojes) de una forma segura y guarde las pilas que todavía no haya utilizado fuera del alcance de los niños (las sustancias alcalinas son tóxicas).

ESTÉ BIEN PREPARADO

Si usted está esperando un hijo o si ya lo tiene, es una buena idea que:

Aprenda las técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y el procedimiento de manipulación abdominal conocido como "maniobra de Heimlich".

Guarde los siguientes números cerca del teléfono familiar (tanto para su propio uso como para el de otras personas que cuiden de su hijo):

.- teléfono gratuito del centro de toxicología 1-800-222-1222 o el de su país
.- número de teléfono del pediatra de su hijo
.- número de los móviles de sus padres y de los teléfonos de los lugares donde trabaja cada uno de ellos
.- número de teléfono de los vecinos o de parientes que viven cerca de su domicilio (si necesita que otras personas vigilen a otros niños en caso de emergencia).

.- Disponga de un botiquín o kit de primeros auxilios y guarde las instrucciones a seguir en caso de emergencia en su interior.

.- Instale detectores de humo y de monóxido de carbono.

MANTENER UN AMBIENTE SEGURO Y ADAPTADO A LOS NIÑOS

Para comprobar la eficacia de sus esfuerzos por poner su casa a prueba de niños, es una buena idea que se ponga a cuatro patas en cada una de las habitaciones de su domicilio para verla desde la perspectiva de un niño. Preste atención al entorno que rodea a su hijo y fíjese en aquellos objetos que podrían resultarle peligrosos.

Poner una casa totalmente a prueba de niños puede ser complicado. Si no puede poner toda la casa a prueba de niños, pruebe a cerrar las puertas (instalando protectores de seguridad en sus pomos) para que su hijo no pueda vagar por lugares no protegidos. En las puertas corredizas, los protectores de seguridad y los pestillos a prueba de niños son buenas medidas para impedir que un niño pequeño salga solo de su casa. Por supuesto, la medida en que ponga su casa a prueba de niños es algo que solo depende de usted. La supervisión por parte de un adulto es la mejor forma de impedir lesiones en la población infantil. De todos modos, ni el más atento de los padres puede garantizar la seguridad de su hijo al 100%.

Independientemente de que usted tenga un bebé, un niño de 1 o 2 años, un niño de preescolar o un niño en edad escolar, su hogar debería ser un refugio donde su pequeño pueda explorar con total seguridad. A fin de cuentas, tocar, agarrar, trepar y explorar el entorno de otras formas son las actividades que permiten desarrollar tanto el cuerpo como la mente de los niños.

Fuente: KidsHealt
Revisado por: Mary L. Gavin, MD
Fecha de revisión: agosto 2010


Traumatismo craneal… ¿Qué hay que vigilar?


     Después de un golpe fuerte en la cabeza, tras la valoración inicial del pediatra, un adulto responsable debe acompañar al niño en todo momento, y debe evaluar cada 2-3 horas la presencia de los siguientes signos. Ante su aparición, o el empeoramiento del estado general se ha de acudir urgentemente a un Servicio de Urgencias:

­     - Somnolencia excesiva, dificultad para despertarle. (Pese a esto, no es necesario mantener al niño despierto si es hora de dormir, bastará con comprobar si se despierta con facilidad.)

­     - Confusión, desorientación.
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     - Llanto persistente, irritabilidad.

­     - Dolor de cabeza mantenido o de gran intensidad.

­     - Pérdida de conciencia.

­     - Convulsión.

     - Debilidad o adormecimiento de cualquier miembro.
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     - Alteraciones visuales, asimetría en el tamaño de las pupilas.
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     - Aparición de sangre o de un líquido por la nariz o los oídos.
    
     - En general, ante cualquier síntoma o signo que considere anormal o le preocupe.

Consejos prácticos:

­     - Manténgalo en un ambiente tranquilo y silencioso.

     - Si tiene algún tipo de hematoma en la cabeza, aplíquele frío local.
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     - Levante un poco la cabecera de la cama.

     - Ofrézcale líquidos fríos en pequeñas tomas para no favorecer los vómitos.

Fuente: En Familia

Traumatismo craneal…¿Qué nos debe preocupar?


     Cualquier alteración física o funcional producida por fuerza traumática externa que ocasione un daño físico sobre el encéfalo (por ejemplo el cerebro) o alguna de sus cubiertas (huesos del cráneo, etc.). En términos coloquiales, viene a ser un golpe fuerte en la cabeza.

¿Es muy frecuente?

     Los traumatismos craneales constituyen un accidente muy frecuente en la infancia. ¿Quién no recuerda algún chichón al estrenar su primera bicicleta, o las “heridas de guerra” mientras jugábamos a indios y vaqueros? En su mayoría no acarrean consecuencias relevantes, pero en ocasiones el traumatismo puede ser grave, especialmente en los más pequeños. En éstos, la causa más frecuente son las caídas accidentales, desde un sitio elevado (cambiador, sillita, cuna…) o bien desde su propia altura al suelo, en los niños que ya han comenzado a caminar. Los siguientes en frecuencia son los que tienen lugar como consecuencia de los accidentes de tráfico. Pueden producirse como pasajeros de vehículos, víctimas de atropellos, caídas con la bicicleta o los patines (en estos dos últimos casos por no llevar puesto el casco). Entre los adolescentes, muchos accidentes graves se producen conduciendo vehículos a motor, como los ciclomotores, etc

¿Puede ser grave?
     La  importancia de cualquier traumatismo craneal viene determinada por la posibilidad del daño cerebral asociado. Los niños menores de un año tienen más riesgo de tener lesiones cerebrales. Además, no pueden expresar muchos de los síntomas ni explicar las circunstancias de lo ocurrido. Algunos de los traumatismos craneales más graves que se producen en este grupo de edad son consecuencia de malos tratos propinados por sus cuidadores. La mayoría de los traumatismos sólo producen lesiones en la superficie de la cabeza como hematomas (chichones), heridas y dolor en la zona del golpe.

¿Qué síntomas puede tener mi hijo tras un traumatismo craneal?

     En general sólo tendrá dolor en la zona del golpe y no precisará recibir atención sanitaria. Pero si tiene vómitos, pérdida de conciencia o somnolencia, visión borrosa, dolor de cabeza, irritabilidad, alteraciones del habla, la marcha o la coordinación, aunque muchos de estos síntomas pueden ser pasajeros, se ha de buscar asistencia médica urgente. Si se sospechan lesiones importantes no se debe mover al niño, en especial su cuello si sospechamos que se ha producido lesión en la columna cervical.

¿Tienen que hacerle pruebas en urgencias?

     La primera valoración que le realizara el pediatra a su hijo es la que nos permite determinar su nivel de consciencia. Esta puntuación, junto con la presencia o ausencia de alteraciones en la exploración neurológica determinan la gravedad del traumatismo y la probabilidad de daño cerebral del niño.

     En ocasiones, el médico puede recurrir a pruebas radiológicas. La más usada tradicionalmente ha sido la radiografía de cráneo. Sin embargo, su utilidad es limitada, ya que puede haber daño cerebral con radiografías normales y, a su vez, la mayoría de fracturas no se asocian a lesión intracraneal. En los últimos años se está restringiendo su uso a una serie limitada de situaciones, más numerosas en lactantes pequeños. La prueba más adecuada cuando se sospecha una lesión cerebral es la tomografía computarizada (TAC o scanner).

¿Cuál es el tratamiento que debo administrar a mi hijo después de ser atendido en urgencias?

     Tras la valoración del pediatra, la mayoría de los niños serán dados de alta y enviados a su domicilio. Pese a que un niño sin síntomas y con una exploración normal tiene muy pocas probabilidades de desarrollar una lesión grave en las siguientes horas, los adultos responsables deben comprobar, durante las siguientes 24-48 horas, una serie de signos de alarma. Ante su aparición, han de acudir al Servicio de Urgencias más cercano. Si el golpe ha sido importante, al niño hay que evaluarlo periódicamente, cada 2-3 horas y, aunque se le puede dejar dormir, ha de ser despertado un par de veces por la noche para comprobar su estado general.

Fuente: En Familia


Heridas… ¿Qué hacer?


     Una herida es una lesión que se produce en el cuerpo. Lo más frecuente es que se produzca en la piel (la capa protectora que nos envuelve).

¿Cuáles son los síntomas?

     Cuando un niño se hace una herida, por lo general sangra y deja de utilizar la zona en la que se ha hecho daño.

¿Qué se puede hacer?

     Si tiene un corte pequeño y sangra poco se recomienda hacer lo siguiente:

     - Lavar la herida con agua para limpiarla de polvo y suciedad. Luego lavarla con un jabón suave y enjuagarla completamente. En el caso de heridas pequeñas no es necesario siempre utilizar una solución antiséptica.

     - Cubrir la herida con una banda adhesiva esterilizada o  de gasa esterilizada.

     - Examinar la herida diariamente. Si la venda se moja, retirarla y utilizar una nueva. Cuando la herida empiece a cicatrizar formando una costra no será necesario seguir cubriéndola con una venda.

     - Si sangra mucho debido a un corte grande o a un golpe fuerte se recomienda:
Lavar la herida cuidadosamente con agua. Así se verá mejor la herida y  se podrá apreciar su tamaño.

     - Colocar un trozo de gasa esterilizada o un paño limpio cubriendo la herida. Si se puede, se elevará la parte del cuerpo del niño que esté sangrando a un nivel más alto que su corazón. No se debe aplicar un torniquete.

     - Aplicar presión directa y uniforme sobre la herida durante 5 minutos, utilizando la palma de la mano sobre la gasa o el paño. Durante este tiempo, no se es necesario revisar la herida o quitar coágulos de sangre que pueden haberse formado en la gasa.

     - Si la sangre empapa la gasa, no se debe retirarla. Utilizar otro trozo de gasa encima de la anterior y continuar ejerciendo presión sobre la misma.

¿Cuándo se debe consultar?

Es conveniente acudir a su centro de salud en caso de heridas o golpes grandes, o en estas situaciones:

     - No se pueda detener el sangrado después de 5 minutos de presionar o si la herida comienza a sangrar de nuevo (se ha de continuar aplicando presión hasta que llegue la ayuda médica).

     - No se pueda limpiar la herida completamente de polvo y suciedad, o si hay un objeto en el interior de la herida. No retire el objeto clavado si es grande.

     - Si la herida está localizada en el cuello o en la cara.

     - Si la herida fue causada por un animal, una mordedura humana, una quemadura, un accidente eléctrico o una perforación (p.ej. un clavo).

     - Si la herida es más grande de un centímetro o si parece profunda, pueden ocasionarse daños en los nervios o tendones.

     - Si se tienen dudas sobre si necesita puntos de sutura.

     - Se debe consultar si la herida esta roja, hinchada, caliente al tacto o con pus en el interior (para valorar posible infección).

     - Si la herida se ha producido con un objeto sucio (clavo, alambre...) también puede ser conveniente consultar para que la herida sea correctamente valorada y se revise el estado de la vacunación antitetánica del niño.

     - Si se ha producido la separación de parte del cuerpo (p.ej. la falange de un dedo). Recoja la porción perdida, introdúzcala si es posible en una bolsa e intente conservarla dentro de agua fría. En este caso, debido a la necesidad de atención inmediata, llame a los servicios de emergencia (112), comunique lo ocurrido y siga sus indicaciones.

     - Si tiene dolor se le puede dar un medicamento para aliviar al niño (ibuprofeno o paracetamol).

¿Qué consecuencias tiene?

     Como consecuencia de sufrir una herida, el niño sentirá dolor, puede perder sangre, sufrir una infección de la misma o se puede lesionar órganos cercanos como músculos, nervios o vasos sanguíneos.

¿Cómo se puede prevenir?
     - Utilice dispositivos de seguridad acolchados para cubrir los bordes angulosos de los muebles y los dispositivos que evitan el cierre brusco de las puertas.

     - No permita el acceso por parte de los niños a objetos cortantes o punzantes y en caso de niños mayores, supervise cómo los usan.

     - Asegúrese de que los niños están siempre calzados en el exterior de la vivienda.


Fuente: En Familia